La comunidad de Santa Rosa del Valle de San Bonifacio, en Venezuela, enfrenta condiciones de pobreza extrema que afectan todas las áreas de la vida diaria. Allí, el acceso a productos básicos de higiene es, para muchas familias, un lujo inalcanzable.
Desde la Fundación Corazones Radiantes, creemos que en situaciones donde las necesidades son urgentes, la ayuda humanitaria también es una forma de servicio. Por eso, entre septiembre y diciembre de 2024, apoyamos un proyecto impulsado por la organización MISEVI, enfocado en la distribución de kits de higiene personal.
Con una donación de $600, se lograron entregar 150 kits que incluían elementos esenciales como champú, toallas sanitarias, antibacteriales y toallas húmedas. Cada paquete fue pensado para ofrecer alivio y dignidad a quienes no cuentan con los recursos necesarios para cubrir estas necesidades básicas.
El proyecto fue ejecutado con responsabilidad y compromiso por parte de MISEVI, quienes se encargaron de presupuestar, comprar, empacar y distribuir los kits directamente en la comunidad.
Aunque este tipo de ayuda no tiene resultados visibles a largo plazo como otros proyectos que apoyamos, creemos que también transforma vidas. Que una madre pueda darle a su hijo una ducha con jabón. Que una joven reciba una toalla sanitaria cuando no tiene otra opción. Que alguien se sienta visto, cuidado, incluido.
Desde MISEVI nos compartieron este mensaje que queremos hacer llegar también a toda nuestra comunidad:
«El hecho de que estas personas se sintieran tomadas en cuenta fue, sin duda, el mayor impacto que tuvo esta acción.»
Gracias por permitirnos ser el puente entre quienes pueden ayudar y quienes necesitan ser ayudados.
Seguiremos acompañando a organizaciones como MISEVI en sus esfuerzos por sembrar bienestar, aún en los lugares más olvidados.
