Un hilo a la vez: cómo el Taller de Yely está cosiendo oportunidades en Cúa

En una calle tranquila de la urbanización Colinas de Santa Rosa, en Cúa, Venezuela, suena el zumbido suave de una máquina de coser. Adentro, Yelitza López González corta tela con precisión, mientras repasa los materiales necesarios para su próximo taller. Afuera, 23 mujeres esperan con ilusión una oportunidad: aprender un oficio que les permita sostener a sus familias.

Este es el día a día del Taller de Yely, un espacio que, desde 2005, ha tejido algo más que prendas. Ha tejido caminos de dignidad, independencia y empoderamiento para cientos de personas.

Aprender para emprender

Durante años, este taller ha ofrecido formaciones en diseño, corte y confección, muchas veces sin más recursos que la voluntad y la fe en el oficio. Más de 250 personas han pasado por sus cursos, llevándose no solo conocimiento técnico, sino también la motivación para emprender.

Hoy, el taller enfrenta un nuevo reto: 23 mujeres, la mayoría madres cabeza de familia, han solicitado ser parte de la próxima formación. Pero para que eso sea posible, necesitan materiales. Cada kit básico tiene un costo de $54 USD y contiene lo indispensable: telas, hilos, agujas, papel para patrones, tiza de sastre, alfileres y más.

Un oficio que transforma

El impacto de estos talleres va más allá de lo económico. Muchas de las participantes han logrado iniciar pequeños negocios desde casa, aportando ingresos a sus hogares en medio de una realidad económica desafiante. El acceso a la formación técnica y a las herramientas adecuadas puede marcar la diferencia entre la dependencia y la autonomía.

Nuestra colaboración

Desde Fundación Corazones Radiantes creemos que el desarrollo sostenible comienza con proyectos como este, que empoderan desde lo local y lo humano. Por eso, hemos decidido apoyar al Taller de Yely con la compra de los 23 kits que permitirán iniciar este nuevo ciclo de capacitación.

 

Porque a veces, lo que cambia una vida no es una gran obra, sino una máquina encendida, una maestra generosa y una comunidad dispuesta a aprender.

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